Nunca antes las había hecho y desde luego es una pena porque estas sí son LAS MAGDALENAS, de carne y sabor intensos, contundentes y deliciosas como las de toda la vida, unas magdalenas para morder, cerrar los ojos y trasportarte a la niñez, cuando las cosas sabían a lo que tenían que saber, autenticas.
Ya su aspecto con ese elevado copete nos anuncia lo riquísimas que van a estar, pero al saborearlas....ummm, muy ricas y os las recomiendo a quienes no se hayan animado aún a probarlas.
INGREDIENTES:
3 huevos talla L
175 gr. de azúcar
60 gr. de leche
190 de aceite de girasol
210 gr. de harina de repostería
2 sobrecitos de gaseosas (1 blanco y 1 morado)
1 pizca de sal
ralladura de limón
1 cucharadita de canela
azúcar para espolvorear
THERMOMIX
Ponemos la mariposa en las cuchillas y blanqueamos los huevos con el azúcar 4 min./vel.3 y 1/2.
Quitamos la mariposa y añadimos la leche y el aceite, mezclamos 1 min./vel.3, añadimos el resto de ingredientes y volvemos a mezclar 2 min./vel. 3-5.
TRADICIONAL
Blanqueamos los huevos y el azúcar con las barillas hasta que doblen su volumen, añadimos la leche y el aceite y mezclamos. Incorporamos el resto de ingredientes y mezclamos hasta que esté todo bien integrado.
PARA AMBAS REALIZACIONES dejamos reposar 1 hora, y he leído que lo ideal es dejar la masa toda la noche en la nevera y hornear al día siguiente, la próxima vez lo haré así, eso sí, poco más pueden mejorar porque yo las encuentro perfectas.
Ponemos la masa en una manga desechable y llenamos las cápsulas hasta 3/4 de cápsula o algo más, y espolvoreamos con azúcar generosamente.
El horno lo habremos precalentado a 250º, metemos las magdalenas y bajamos a 210º, y horneamos entre 12 y 16 minutos (yo en mi horno he necesitado 15 min.).
Enfriamos en una rejilla...
A comerrrr